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Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes
han hecho un recorrido mayor del especificado, correteando lomas. A las dos de
la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos, un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo
entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco tiene instrucciones
de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar
al jefe de informaciones de la presidencia, que se ha brindado para darlas pues
es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca
salen para Lagunillas para hacer mandados.
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre
nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la guerra.
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una
pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar1,
Inti, Urbano, Miguel y yo. Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto
de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere
ir a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que
debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo, hicimos un trillo
disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo
es piedra y el arroyo, luego de secarse, sigue su cauce entre derriscos de
piedra pura. Dejamos la exploración para mañana, Inti y Urbano salieron a tratar
de cazar venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el
viernes con ella.
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el
túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano volvieron sin lograr
nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos
comida, la dejamos para el desayuno de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el
primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las
síntesis todos los fines de mes.
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano
continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel. Al anochecer,
llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que
lo sacara de la vanguardia si no mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está
en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su
estadía. Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió
la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos de hacer contacto con el
campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa.
Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No hubo novedad de la
Paz.
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro2 y Benigno y a dos bolivianos; ambos "cambas"3 de la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix4, que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos viajes para traer a Renán5 y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele $ 1,000 de ayuda a Sánchez. Éste se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus
armadillas contra las antas6,
Inti me manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que al llegar, ya
planteó la discusión de la participación cubana y antes había manifestado que no
se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que
todo se debía a una mala interpretación.
Le hablé a todo el grupo, "leyéndole la cartilla" sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quinto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche, muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caravani donde compró los comestibles necesarios pero fue visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco
superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Salieron Joaquín, Carlos y el Médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo. Mandé tapar el camino y hacer otro que, saliendo de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero
para su familia y recomendándole hermetismo absoluto. Coco se despidió al
anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y
ruidos y la perra ladró; resultó él mismo, perdido en el monte.
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la
había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a Antonio el camino
abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar
sospechas.
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos
definitivamente en el campamento 2.
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico.
Carlos se ha mostrarlo como un buen caminador y buen trabajador. Moro y Tuma
descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17, lo
que da para una buena comida; Moro se hirió en la mano con un bagre1. Se buscó
el lugar para hacer la cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se
suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos
dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista mañana. Arturo y
Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar
el camino de entrada que está bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo
hizo continuadamente hasta la mañana.
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para
alcanzar los 2,5 requeridos. Inspeccionamos una loma para instalar la planta de
radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar, que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigido por Alejandro, con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta, confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de contacto entre Iván y el de información. Éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje. Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde
Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por teléfono a
Lagunillas informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir
noticias y los buscará si hay algo positivo. A la una no se pudo captar nada
desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaki. Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la
planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin traer la planta, que
dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres
desde aquí para traerla. Se acabó la cueva de las mercancías; mañana
comenzaremos la del radio.
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra
floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de
gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el informe era verbal y
vendría mañana a darlo.
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El
Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy desorganizado.
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero
al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con algunos pasaditos. El Loro
explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró
el pequeño resultado del apunte, muy impreciso.
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada.
Éste ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de
nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia de que avistaron una
especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba
volvió con fiebre. Miguel y Pacho hicieron unos caminos de distracción por la
banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma
y yo continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra.
La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar una atalaya que domine
ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el
mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y Pombo siguieron en
la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos
por Miguel, no vale la pena seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva
está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra;
parece que hay bastante. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y
Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento. Vinieron con la
noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la
llegada de Monje. Marcos, Miguel y Benigno salieron a desarrollar el camino del
firme, pero no regresaron en toda la noche.
Salimos con Tuma para tratar de encontrar a Marcos; caminamos 2.30 horas
hasta llegar al nacimiento de una quebrada que bajaba del lado izquierdo,
dirección oeste; seguimos las huellas por allí bajando por derriscos bastante
grandes. Pensaba llegar al campamento por esa vía, pero transcurrieron las horas
y no llegaba. Pasadas las 5 de la tarde llegamos a Ñancahuazu, unos 5 kilómetros
debajo del campamento 1, y a las 7 al campamento. Allí nos enteramos que Marcos
había pasado la noche anterior allí. No mandé a nadie a avisar pues supuse que
Marcos los hubiera orientado sobre mi posible ruta. Vimos el jeep, bastante
desvencijado; Loro había ido a Camiri a buscar unos repuestos. Según el Ñato, se
había caído dormido.
Cuando salíamos para el campamento, Urbano y Antonio llegaban buscándome.
Marcos había seguido con Miguel para hacer un camino hasta el campamento por los
firmes y no había llegado, Benigno y Pombo salieron a buscarme por el propio
camino seguido por nosotros. Cuando llegué al campamento me encontré con Marcos
y Miguel, que habían dormido en un firme sin poder llegar al campamento, aquél
me dio las quejas de la forma en que me habían tratado. Al parecer, la queja era
contra Joaquín, Alejandro y el Médico. Inti y Carlos habían regresado sin
encontrar casa habitada; sólo una abandonada que, presumiblemente, no es el
punto marcado como Yaki en el mapa.
Con Marcos, Miguel y Alejandro, fuimos a la loma pelada para apreciar mejor
la situación. Parece ser la Pampa del Tigre que comienza, es una cordillera de
altura uniforme y lomas peladas, situada a unos 1,500 metros de altura. El firme
de la izquierda debe desecharse porque realiza un arco hacia el Ñancahuazu.
Bajamos y llegamos al campamento en una hora y veinte minutos. A buscar
mercancías se mandaron 8 hombres que no agotaron la carga. El Rubio y el Médico
reemplazaron a Braulio y al Ñato. Aquél hizo un nuevo camino antes de venir;
dicho camino sale del río en unas piedras y se entra al monte del otro lado por
otras piedras, con lo que no se dejan rastros. No se trabajó en la cueva. El
Loro partió para Camiri.
A pesar de la lluvia caída, que había hecho crecer el río, fueron 4 hombres a liquidar las cosas restantes del campamento 1; quedó limpio ya. No había novedad de afuera. 6 hombres fueron a la cueva y en dos viajes guardaron todo lo que estaba destinado allí.
El horno no se pudo acabar por estar blando el barro.
A las 7.30 llegó el Médico con la noticia de que Monje estaba allí. Fui con Inti, Tuma, Urbano y Arturo. La recepción fue cordial, pero tirante; flotaba en el ambiente la pregunta: ¿A qué vienes? Lo acompañaba "Pan Divino"7, el nuevo recluta, Tania, que viene a recibir instrucciones y Ricardo que ya se queda.
La conversación con Monje se inició con generalidades pero pronto cayó en su planteamiento fundamental resumido en tres condiciones básicas:
1) Él renunciaría a la dirección del partido, pero lograría de éste al menos la neutralidad y se extraerían cuadros para la lucha.
2) La dirección político-militar de la lucha le correspondería a él mientras la revolución tuviera un ámbito boliviano.
3) Él manejaría las relaciones con otros partidos sudamericanos, tratando de llevarlos a la posición de apoyo a los movimientos de liberación (puso como ejemplo a Douglas Bravo).
Le contesté que el primer punto quedaba a su criterio, como secretario del partido, aunque yo consideraba un tremendo error su posición. Era vacilante y acomodaticia y preservaba el nombre histórico de quienes debían ser condenados por su posición claudicante. El tiempo me daría la razón.
Sobre el tercer punto, no tenía inconveniente en que tratara de hacer eso, pero estaba condenado al fracaso. Pedirle a Codovila que apoyara a Douglas Bravo era tanto como pedirle que condonara un alzamiento dentro de su partido. El tiempo también sería el juez.
Sobre el segundo punto no podía aceptarlo de ninguna manera. El jefe militar sería yo y no aceptaba ambigüedades en esto. Aquí la discusión se estancó y giró en un círculo vicioso.
Quedamos en que lo pensaría y hablaría con los compañeros bolivianos. Nos trasladamos al campamento nuevo y allí habló con todos planteándoles la disyuntiva de quedarse o apoyar al partido; todos se quedaron y parece que eso lo golpeó.
A las 12 hicimos un brindis en que señaló la importancia histórica de la fecha. Yo contesté aprovechando sus palabras y marcando este momento como el nuevo grito de Murillo de la revolución continental y que nuestras vidas no significaban nada frente al hecho de la revolución.
Fidel me envió los mensajes adjuntos.
Análisis del mes
Se ha completado el equipo de cubanos con todo
éxito; la moral de la gente es buena y sólo hay pequeños problemitas. Los
bolivianos están bien aunque sean pocos. La actitud de Monje puede retardar el
desarrollo de un lado pero contribuir por otro, al liberarme de compromisos
políticos. Los próximos pasos, fuera de esperar más bolivianos, consisten en
hablar con Guevara y con los argentinos Mauricio8
y Jozami (Massetti y el partido disidente)
1
Aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo. (N. del E.)
2
Aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro, Morogoro, Muganga o el
Médico. (N. del E.)
3
Camba: oriundo de la región oriental de Bolivia. (N. del E.)
4
Aparecerá indistintamente como Félix o el Rubio. (N. del E.).
5
Aparecerá indistintamente como Renán o Iván. (N. del E.)
6
Anta: tapir americano. (N. del E.)
7
Aparecerá también como Pedro (N. del E.)
8
Aparecerá indistintamente como Mauricio, el Pelao o Carlos. (N. del
E.)
Ultima actualización: 26 de junio de 1999.